Te cuento mi historia
MI HISTORIA
Soy Erika Hashimura, Terapeuta. Mi niñez la viví en Ecuador. A los 14 años nos mudamos a Japón, donde la vida me dio la oportunidad de conocer la cultura de mi padre, pude acercarme a su historia y, lo más importante, seguir sus pasos en lo que respecta a la medicina alternativa.
Este cambio despertó en mi curiosidad por el mundo e hizo de mi la persona que soy. Tuve el privilegio de vivir en una cultura volcada a la espiritualidad y el cuidado del cuerpo mediante terapias complementarias a la medicina tradicional. Crecí en un hogar donde la mayoría de enfermedades se curaban de forma natural, aunque sin perder el equilibrio entre lo natural y tradicional y lo químico o más científico.
Es así, como desde mi adolescencia y de una manera muy natural, supe que el trabajo personal, tanto físico como emocional, eran fundamentales para tener una vida saludable. Mi búsqueda por encontrar mi espacio en esta nueva cultura me llevó a investigar y adentrarme en el mundo de las terapias alternativas. Decidí seguir los pasos de mi padre y estudiar la Terapia de Balance Corporal.
Cuanto más aprendía, más fascinación sentía por el cuerpo y la mente humanos. Cada paso que daba en mi aprendizaje me conectaba más y me comprometía con lo que sería, no solo mi profesión, sino una filosofía de vida.
De primera mano vi como la terapia de Balance Corporal había sido la solución a los problemas de salud de mi madre. Cuando tenía 45 años, le diagnosticaron artritis reumatoide degenerativa y los médicos le dijeron que en unos años estaría en silla de ruedas.
Fue mi padre quien, con mucha dedicación y ayuda de la terapia de Balance Corporal, no solo consiguió detener la enfermedad, sino que le ayudó a tener una mejor calidad de vida. Esto hizo que fuese consciente de que qué tenía una poderosa herramienta en casa y de la oportunidad de usarla para ayudar a otros.
El porqué de todo
Me formé en Japón, en la escuela Shinso Kai, como Terapeuta en Shintai Baransu Hou o Terapia de Balance Corporal. Los primeros años me dedique exclusivamente a la terapia manual. Es una terapia muy completa y con la que se obtienen resultados inmediatos.
Con el tiempo vi qué al aplicar terapias complementarias, éstas podrían potencializar el trabajo de la que yo realizaba y ayudar de una manera más completa a las personas. Así podría garantizar una mejoría más rápida y que perdurara en el tiempo.
Pude entender que muchas de las dolencias de mis pacientes no solo tenían una base fisiológica, sino que también tenían un origen emocional. Y en la búsqueda de poder ofrecer una terapia que cubriera todos los pilares de la salud y de mayor alcance, empecé mi formación en Psicología Holística y Terapia Sistémica, que se conjugan perfectamente con mi visión del cuerpo y la salud.
Es así como encontré el camino para poder ofrecer una Terapia Holística, que abarca cuerpo, mente y emociones. Así puedo acompañar a mis pacientes a reconocer las causas de sus dolencias y ofrecerles un método eficaz para encontrar el alivio completo del dolor.
Mi Recorrido
La experiencia me ha demostrado que la enfermedad es parte de un proceso de crecimiento personal y que, en muchos casos, el responsable de la curación es la misma persona. Yo soy solo una herramienta para llegar a la meta.
Cuando las personas entienden lo que sienten, porqué lo sienten, y se comprometen con el proceso, aumentan exponencialmente las posibilidades de éxito y sanación, con una evolución sostenida y efectos a más largo plazo, minimizando las recaídas y crisis cíclicas.
Mi pasión por la salud corporal y mental, así como el sentimiento gratificante de poder ayudar a otros, me ha llevado a poder crear mi propio método. He tenido la suerte de acompañar a más de un millar de personas a recobrar su salud física, logrando librarse de el dolor crónico de espalda, lumbalgias, ciática, contractura muscular, migrañas y también emocionalmente para tener una mejor calidad de vida.
En estos años, he guiado a personas a tratar su cuerpo como un todo, integrando el trabajo físico, mental y emocional. Acompañándolos en la búsqueda del origen del problema y ayudándoles a entender qué es lo que está bloqueando y causando sus problemas físicos y dolores de espalda, tratando directamente el desequilibrio físico, causado por la desviación de la columna vertebral. Que puedan dar nombre y voz a sus emociones ayuda a sanar desde dentro hacia fuera, llevando una vida en equilibrio.